jueves, 31 de marzo de 2011

La RIEB y la Educación Preescolar

En México, la instauración del enfoque por competencias en la Educación Preescolar, se realiza a partir de Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB), llevada a cabo a partir del año 2004 (Secretaría de Educación Pública, 2010).

La reforma curricular en este nivel tuvo las siguientes finalidades principales:

En primer lugar, contribuir a mejorar la calidad de la experiencia formativa de los niños durante la Educación Preescolar; partiendo del reconocimiento de sus capacidades y potencialidades, estableciendo de manera precisa los propósitos fundamentales del nivel educativo en términos de competencias que el alumnado debe desarrollar a partir de lo que ya saben o son capaces de hacer, lo cual contribuye –además– a una mejor atención de la diversidad en el aula.

En segundo lugar, busca contribuir a la articulación de la educación preescolar con la educación primaria y secundaria.

Asì mismo, la RIEB plantea a la escuela y a los docentes el desarrollo de cuatro dimensiones en los alumnos:
1.De habilidades lectoras, matemáticas, científicas y tecnológicas superiores, que les permitan pasar del pensamiento simple al complejo.
2.De salud psicológica y afectiva, para el adecuado desenvolvimiento socio-afectivo y cultural.
3.Del juicio ético y moral de niños y jóvenes, vinculado con el aprecio y el respeto a las personas.
4.De la creatividad, la imaginación, la sensibilidad, el desarrollo físico y la armonía corporal a través de la Educación Artística y Física (Secretaría de Educación Pública, 2009, p. 9).

La atención de esas dimensiones, conlleva el logro de cinco objetivos principales: la atención de la calidad educativa, la equidad, la integridad, el uso de las TICS y la participación (Secretaría de Educación Pública, 2007). Tanto en las dimensiones por atender, como en los objetivos por lograr.

Dentro de estos objetivos se encuentra la consolidación de una cultura de integración y oportunidades educativas para niñas y niños con necesidades educativas especiales, particularmente para quienes tienen alguna discapacidad, que contribuya a la constitución de una sociedad incluyente donde todos tengan las mismas oportunidades de acceder a una vida digna.

Las competencias docentes para atender a la diversidad

En la actualidad se considera, como condición básica del ser humano, su capacidad para cambiar y para aprender de su realidad. Por ello cuando las necesidades de la sociedad actual demandan una nueva forma de ser y estar en el mundo, es entonces que a través de la educación, la escuela y los docentes que puede realizarse esta transformación.

El enfoque por competencias, entendiéndose éstas, a decir de Tobón (2010, p.1) como “… las actuaciones integrales para identificar, interpretar, argumentar y resolver problemas con idoneidad y compromiso ético, movilizando los diferentes saberes: ser, hacer y conocer”, plantea al docente no sólo una serie de competencias profesionales para su hacer educativo, sino que además le otorga una nueva responsabilidad, la de ser mediador, es decir ser el vínculo entre el conocimiento y sus alumnos, promoviendo una verdadera atención hacia el aprendizaje y el rendimiento escolar de calidad, acordes con las capacidades y el desarrollo potencial de cada uno de sus alumnos.

Las TIC y las necesidades educativas especiales (NEE)

Cada sociedad cuenta con sus propios puntos fuertes en materia de conocimiento. Por consiguiente, es necesario actuar para que los conocimientos de los que son ya depositarias las distintas sociedades se articulen con las nuevas formas de elaboración, adquisición y difusión del saber valorizadas por el modelo de la economía del conocimiento.

La inclusión de las TIC en la enseñanza y tratamiento de necesidades educativas regulares y especiales en Educación Preescolar, de manera de ser una innovación educativa, debe verse desde una perspectiva mucho más amplia e integral, donde la combinación de los medios tecnológicos adecuados y un diseño didáctico basado en las necesidades específicas de aprendizaje de los alumnos, sea de acuerdo al contexto, de manera que respondan de manera pertinente a las expectativas y demandas socioeducativas de los niños.