El impacto de algunas políticas educativas en la Educación Preescolar, y sobre todo en la atención de las necesidades educativas especiales (NEE) de sus alumnos, es innegable.
El esquema siguiente presenta las que desde una particular visión serán consideradas de manera más amplia y profunda, además del contexto, en el planteamiento del problema que se estudia: Las competencias sociales en los alumnos con necesidades educativas especiales en Educación Preescolar, siendo éstas las que atienden: la cobertura, equidad, calidad, gestión docente, trabajo colaborativo, evaluación y rendición de cuentas y uso de las TIC.
Se dice que no todo cambio implica una mejora, pero si toda mejora implica un cambio. Considerando lo anterior, la temática del presente módulo ha propiciado un acercamiento mayor, no solo a las políticas que orientan la educación en México, sino también a la búsqueda y desarrollo de prácticas de calidad que den cumplimiento a tales políticas, o en su defecto a aquellas que actúan de manera directa sobre la problemática.
Sin duda, la Educación Preescolar de calidad es un elemento que puede potenciar el desarrollo socioafectivo y cognitivo de un niño entre 3 y 5 años.
Una Educación Preescolar de calidad podría aportar una mejoría importante en las oportunidades de los niños que asisten a ella, así como podría disminuir la tasa de reprobación y mejorar, de forma significativa, en las pruebas estandarizadas nacionales (ENLACE, EXCALE) e internacionales (PISA), destacando que su importancia y el peso específico como futuro predictor de éxito en los diferentes niveles educacionales parecen haber logrado posicionarse en la agenda de las políticas públicas mexicanas.
Lograr que los alumnos de Educación Preescolar, y sobre todo aquellos con NEE, obtengan niveles de aprendizaje y competencia elevados, será necesario crear las condiciones y velar de manera explícita, concreta y continua por el cumplimiento de ciertos criterios de calidad. Esta última se puede y debe evaluar con estándares claros y medibles, posiblemente a través de sistemas de acreditación y con evaluaciones confiables de estructuras, procesos, y logro, sin olvidar que una educación preescolar pobre en calidad es dañina para los logros cognitivos y socioemocionales de los niños.
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